video: entrevista a sabina guzzanti (humorista italiana)

aristegui, entrevista a sabina guzzanti
Vídeo enviado por tvbrut

cnn, programa aristegui. "el humor es muy poderoso".

http://www.mimesacojea.com/2008/09/en-defensa-de-sabina-guzzanti.html : Sabina comprende que el humor debe ser un medio, no un fin. Sus chistes a veces hacen gracia y otras no, pero siempre duelen. Sabina, sobre todo, es molesta.

Hace unos años, Berlusconi llevó a cabo una brutal campaña contra ella, hasta el punto de conseguir que retiraran su exitoso programa Raiot de Rai 3. El gobierno justificó la retirada alegando que la cómica difamaba sistemáticamente a Berlusconi, sugiriendo contactos de Il Cavaliere con la mafia. Todo ello fue plasmado por Guzzanti en su documental “¡Viva Zapatero!”

Cuando Sabina intentó recuperar el material ya grabado de Raiot, la Rai le comunicó que todas las cintas habían sido destruidas. La situación es aún más sangrante si se tiene en cuenta que el padre de Sabina es senador por el partido Forza Itaia, y ha llegado a declarar públicamente que su hija le avergüenza.

En 2005, Sabina estrenó un nuevo programa, titulado Rockpolitik. A las pocas semanas de emisión, la cadena le ordenó que dejara de hablar de Berlusconi, y Sabina anunció que abandonaba la televisión pública.

Pero a Sabina no se le da bien callarse, de modo que ha seguido haciendo teatro, cine, y participando en manifestaciones contra el gobierno. Fue en una de esas manifestaciones, el pasado junio, donde Sabina dijo que, en 20 años, el Papa estaría muerto y que le esperaba un infierno repleto de diablos homosexuales.

Es una afirmación vulgar y ofensiva, por supuesto, porque, a estas alturas, Sabina no pretende otra cosa que escandalizar. Despertar a gritos a una sociedad, la italiana, adormilada por su gobierno filofascista y sus medios de comunicación en coma.

Los diablos homosexuales de Sabina, por mucho que escandalicen a unos cuantos, son el mejor altavoz posible para la libertad de expresión. Porque, en la era del ruido, hay que gritar mucho para que unos pocos te escuchen.