El diario La República publica encuestas presidenciales sólo de Lima, pero manipula la portada en toda la edición del Norte, Oriente y Sur del país, para hacer parecer como si fuése una encuesta nacional, eliminando la palabra LIMA de su portada del último domingo 7 de noviembre. Esto es parte de la estrategia para aislar al nacionalismo como en el 2006 y favorecer desesperadamente la candidatura de Toledo.
El Viraje del Diario La República, del Progresismo al Continuismo
Por René Galarreta / Vía Facebook
Es interesante saber cómo los diarios peruanos van cambiando de posición conforme se acerca la campaña presidencial, que promete ser tan destructiva y calumniosa como en el 2006. Analicemos el caso más evidente: El diario La República, del gran Gustavo Mohme Llona, fallecido hace diez años.
Cierto es que los reportajes sobre la explotación de recursos naturales, como el gas de Camisea, y aspectos relativos a los DDHH o la corrupción se siguen ventilando en dicho diario, pues estos no tienen repercusión directa en sus negocios. Y si bien la diversidad actual de comentaristas le ha conferido una amplitud de opiniones que pueda darle un tinte democrático, demostraremos que ahora prima la convicción empresarial bajo la administración de Gustavo Mohme hijo. Para empezar, las noticias internacionales de países "no alineados" al modelo neoliberal, como Argentina, Bolivia, Cuba, Irán o Venezuela, son siempre negativas y de constante critica, aspecto común en otros medios, pero impensable si fuese el director Gustavo Mohme padre. En contraparte, el tratamiento sobre Ecuador es cuidadoso, más aún si se acaba de comprar el 30% de acciones de Teleamazonas, el canal líder de dicho país.
En lo político, La República nos muestra ahora portadas orientadas a favorecer al hasta ahora pre candidato Toledo, y la posible alianza entre su partido y FS, ambos de la moderna "centroizquierda". Y lo hace manipulando la información, tratando de influir negativamente en las negociaciones partidarias y posibles alianzas que puedan amenazar sus intereses, y en todas las tiendas políticas, incluidas las progresistas y de izquierda. Primero, pone en evidencia la alianza de derecha entre el Apra y el PPC, tildándola de pacto. Segundo, expone también y en dos portadas, a la candidata del Apra, Mercedes Aráoz, para ser el punto de las críticas por incoherencia ideológica, algo bastante discutible en tiempos alanistas, a pesar de las justificaciones de su cúpula y personajes como Villanueva. Y finalmente, ubica a Ollanta Humala como el que rompe la unidad de la izquierda, ubicándose cuarto con el 6% y tendencia a la baja en Lima Metropolitana, según la última encuesta de la IOP de la PUCP, la misma que le dio a Susana Villarán 53% frente al 31% de Lourdes Flores a una semana del 3 de octubre, y que, oh sorpresa, también salió en portada republicana. Claro, a esto se suma otro reportaje negativo sobre Ollanta en su revista Domingo, afirmando que se encuentra atrapado en la izquierda, aislado, sugiriendo que se vaya más al centro y no trabaje en Lima, sino en provincias, pero manipulando la información en todo el Norte, Oriente y Sur del país, con sendas portadas de la misma encuesta, aunque obviando la palabrita LIMA.
Esto no es nuevo. Desde la muerte de Gustavo Mohme padre, la línea editorial manejada por su hijo ha tenido un viraje similar al de ex diarios progresistas, como El País de España, subordinando la información fidedigna, a decisiones de corte empresarial. En una revisión de las portadas y reportajes del 2006 respecto a Ollanta, afloran supuestas fuentes fiables en las desinformaciones, abundan investigaciones basadas en reportajes de medios parcializados, o hacen sistemática mención de archivos de la CVR en 1992 sobre el Capitán Carlos Esparza, que al final terminó siendo Cromwell Espinoza, y que le valieron al ex candidato once procesos penales, quedando la guerra sucia contra Villarán como una leve raspadura. Y el diario de Chicho Mohme tuvo fuerte contribución a esas calumnias, que fueron judicialmente desestimadas, para arribar a la inocencia luego de algunos años. Y si uno revisa el portal web de dicho diario durante esos días, ya no encontrará mucho por la conveniente autocensura republicana. Todos los reportajes bochornosos y las infames portadas comprometedoras, próximos a las elecciones de junio de 2006, han sido borrados.
Así entonces, la guerra sucia, las portadas manipuladas, y los virajes, vuelven a ponerse de moda últimamente. Toledo ya no quiere ser neoliberal, Meche Aráoz se ha vuelto hayista, Villarán tiende a la centroderecha, y el diario La República ha pasado a ser un elemento más del sistema, aunque evocando al histórico fundador Mohme Seminario, como Villarán a Barrantes, o como García a Haya De la Torre, no teniendo ya ninguno de ellos muchos argumentos para emular a sus predecesores. En este momento, como dirían, los tres difuntos deben estar revolcándose, y sin parar, en sus tumbas.
René Galarreta
Lima, 10 de Noviembre de 2010
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