Ciudadela Pachacutec, una maravilla de supervivencia e indiferencia.
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Mientras el estado utiliza dineros del tesoro público para la inútil campaña "vota por Macchu Picchu" cientos de miles de peruanos siguen soportando la extrema pobreza viviendo en cobachas de carrizos y plásticos cuando el estado tiene hoy el dinero suficiente para brindarles una opción de vivienda digna como lo garantiza nuestra constitución política.
Niños de Pachacutec, la constitución peruana les garantiza un techo digno.
Campaña por demás inútil ya que Macchu Picchu esta posicionada hace decadas en el inconciente mundial no solo como maravilla moderna sino como maravilla cultural, arquitectónica, prehispánica, mistica, etc. Si la nominada fuera la aún desconocida para el mundo Ciudad de Caral valdría la pena el esfuerzo.
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Para lo que si ha sido útil esta campaña es para llenarle el bolsillo a todos aquellos que sin licitaciones ni remordimientos reciben los dineros del estado para promover esta camapaña en una seguidilla de campañas huecas y cuestionables como la de sembrando y la de respetos guardan respetos, donde todos los medios y lideres de opinión cierran filas en este derroche de fondos públicos. Si de votar se trata mejor botemos de una vez al monopolio en Macchu Picchu de cinco empresas elejidas a dedo por fujimontesinos que no solo encarecen el turismo sino que aplican politicas racistas como Perú-Rail en contra de los peruanos. Racismo que por supuesto no escandaliza a los medios de comunicación oficiales.
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Volviendo a la Ciudadela Pachacutec, un conglomerado de asentamientos humanos como miles de otros en el Perú, que si bién recibe ayuda solidaria de ongs y fundaciones* esta ayuda es y será insuficiente mientras no exista una decisión política de enfrentar en serio el problema de la extrema pobreza, problema ligado a la exclusión y al racismo que solo hace visibles a estos asentamientos cuando ocurre alguna desgracia que puede traer reditos al rating de los medios de comunicación neoliberales.
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