nota: los siguientes videos son una referencia parcial del documental trasmitido hace unos días en film&arts (cable 67). la única heredera de cinco pinturas realizadas por gustav klimt (1862-1918) socorrida por un abogado logra recuperar los cuadros que los nazis le robaron a su tío y que fueron posteriormente cedidas al museo belvedere de viena donde permanecieron 68 años.
Ana Nieto / NUEVA YORK (20-06-2006) / fuente
Gustav Klimt (1862-1918) rodeó de oro el nostálgico rostro de la austriaca Adele Bloch-Bauer en un lienzo en 1907. Le costó tres años pintarlo. Casi 100 años más tarde el cuadro, objeto de un largo contencioso entre sus herederos en EE UU y el Gobierno austriaco, se ha convertido en la obra de arte que más se ha cotizado del mundo una vez puesta en el mercado.
El magnate de los cosméticos y filántropo estadounidense Ronald Lauder ha pagado por ella 135 millones de dólares (107,3 millones), según The New York Times, a la propia sobrina de Bloch-Bauer, heredera de la obra. La suma es todo un récord por una obra que se exhibirá en el pequeño museo neoyorquino Neue Galerie. En un mercado en el que abunda el secretismo y se suelen conocen pocos detalles de los acuerdos privados, la suma pagada por Lauder desplaza a Pablo Picasso como el pintor más cotizado del mundo, puesto que ganó cuando su Muchacho con pipa se vendió por 104.1 millones de dólares en una subasta en Sotheby's en 2004.
Algunos expertos coincidían ayer en que se ha pagado demasiado por la obra. Pero Lauder, cuya fortuna está estimada en 2.700 millones de dólares por la revista Forbes, está contento. El cuadro será la estrella del pequeño museo que abrió en noviembre de 2001 en la Quinta Avenida y la calle 86 de Nueva York para acoger obras de arte y diseño del siglo XX en Austria y Alemania. 'Será nuestra Mona Lisa', afirmaba al Times. El museo, cercano al Metropolitan y el Guggenheim, tiene una exposición permanente con obras de este autor, Egon Schiele, Oskar Kokoschka y Kandinsky, entre otros.
El retrato de Adele, esposa de un industrial judío austriaco que tuvo que escapar la llegada de los nazis a su país, se considera junto con El Beso, una de las obras cumbres de Klimt, un genio del Art Nouveau.
El cuadro se contaba desde enero de este año entre las propiedades la sobrina de los Bloch-Bauer, María Altmann, de 90 años, que reside en Los Ángeles y cuyos abogados cerraron el pacto con Lauder hace unas semanas.
El presupuesto del museo de Los Ángeles no era suficiente para pujar
Durante años, Altmann luchó en los tribunales de EE UU, su caso incluso llegó al Supremo, para conseguir que Austria le devolviera este retrato de su tía y otros cuatro cuadros más que su familia encargó al pintor y que le fueron legados.
La historia de estos cuadros es la de tantas obras de arte requisadas por los nazis durante la II Guerra Mundial. Los cuadros quedaron en poder de los alemanes en 1939 y después volvieron a manos austriacas. Esa había sido la voluntad de Adele, que murió antes que su marido y quiso que se donaran los cuadros al museo nacional austriaco.
No obstante, en 1938, cuando Alemania invadió Austria, Ferdinand Bloch-Bauer huyó a Suiza dejando todo lo que tenía detrás, algo que fue aprovechado por los nazis. En Suiza rehizo su testamento a favor de sus sobrinos, sus únicos descendientes, pues el matrimonio no había tenido hijos. No obstante, los documentos testamentarios no estaban claros hasta que en 1998 una investigación periodística terminó revelando que Adele había expresado un deseo, el de dejar los cuadros en Austria, pero no lo expresó como última voluntad.
María Altmann, la única sobrina superviviente, demandó a Austria para que los cuadros le fueran restituidos y en enero de este mismo año el retrato de su tía llegó a Los Ángeles. El lienzo y los otros cuatro cuadros fueron acogidos por el museo del condado de Los Ángeles de forma temporal desde abril.
Ayer desde este museo, se lamentaba no poder haber comprado el cuadro, pero su presupuesto no era suficiente para ser considerado en la puja en la que Lauder ha roto todas las expectativas.
Durante años, y antes de llegar a las manos de Altmann, el retrato de Adele se colgó durante años en la Galería Austriaca en el Palacio de Belvedere de Viena, cerca de El beso. Antes de hacerse con el cuadro, Lauder, que fue embajador en Austria en los años ochenta, hizo varias visitas al museo de Los Ángeles y empezó las negociaciones con Altmann y sus abogados. Ahora, la vendedora dice que siente que el cuadro estará donde debe, la Neue Galerie de Nueva York. Llegarán a finales de este mes junto con las otras cuatro obras, prestadas (cuyo precio ronda los 100 millones de dólares). Las obras de Ferdinand y Adele Bloch-Bauer se podrán ver todas juntas desde el 13 de julio hasta el 18 de septiembre en este museo. Luego Adele se quedará.
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