martes, 11 de noviembre de 2008

¿Y los cuentos neoliberales de Oppenheimer donde quedaron?

En reciente programa que le dedicó a la "crisis"(para otros "muerte") del capitalismo.

LOS CUENTOS NEOLIBERALES DE OPPENHEIMER
Por José Ramos Bosmediano / Marzo 2007

En el 2005 Andrés Oppenheimer publicó su libro “Cuentos chinos. El engaño de Washington, la mentira populista y la esperanza de América Latina” (Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 350 pp.). Por haberlo leído, con relativa frecuencia, en “El Comercio” de Lima, nunca me interesó leer su anteriores libros por cuanto de sus artículos periodísticos deducía casi todos sus argumentos, sus ideas, su orientación periodística. Pero tuve que leer “Cuentos chinos...” por dos razones: primero, porque fue objeto de una exuberante propaganda en los medios proclives al neoliberalismo; y segundo, porque en el capítulo final se refería a la educación. Pero me he propuesto escribir este pequeño artículo porque leí, precisamente en “El Comercio” de Lima, un artículo, más que laudatorio, lleno de fanatismo por un libro que debió de titularse, más bien, “Cuentos Neoliberales”. Es evidente que solamente los fanáticos del pensamiento y la práctica neoliberales podrían hacer panegíricos para un libro como el de Oppenheimer, como también ocurre con los librillos publicados por Alvaro Vargas Llosa, Montaner y otros idiotas que hablan de lo que no saben, de economía política, por ejemplo.

Oppenheimer toma como base de su discurso neoliberal un informe de la CIA y otro de la Comisión de Relaciones con Sudamérica del Parlamento Europeo, como él mismo lo señala en el Prólogo (p. 7), cuya conclusión básica es que América Latina carece de relevancia en el contexto mundial. Esta “novedosa” conclusión le sirve a Oppenheimer para demostrar que la irrelevancia de América Latina se debe a que estos países no siguen las lecciones de los países que han logrado su desarrollo. Con esta convicción el periodista que quiere hacer de futurólogo saca también su propia conclusión final señalando que “...ojalá prevalezca en los países latinoamericanos el sentido común de mirar a su alrededor, hacer lo que están haciendo las naciones que crecen...” (Epílogo, p. 146). ¿Y qué deben hacer en concreto los países pobres para pasar al desarrollo y la prosperidad? Lo dice en el mismo Epílogo, p.143: “atraer más inversiones y exportar productos de mayor valor agregado”.

Si consideramos el peso económico, político, militar y cultural de América Latina en el mundo moderno, hasta la actualidad, nunca ha tenido la relevancia de los países europeos cuya economía capitalista se ha desarrollado con más fuerza sobre la base de la explotación de los recursos naturales y de la mano de obra de las masas oprimidas de nuestros países, Estados Unidos, desde el siglo XIX, se une al papel de inversionista en todos los campos de la economía, continuando hoy en la extracción de materias primas, las finanzas y el gran comercio. No es necesario ningún informe de la CIA ni otro parecido como el del Parlamento Europeo. En el caso de nuestro país, estamos aún cerca de las grandes inversiones de la década fujimorista que, en lugar de desarrollar nuestra economía y traernos prosperidad, concentraron más la riqueza en unas cuantas empresas y extendieron más la pobreza de millones de peruanos. El cuento neoliberal de Oppenheimer no tiene, pues más realidad que la ficción de un periodista que escribe para engrandecer los argumentos de las transnacionales que anhelan el TLC para enriquecerse más.

Pero Oppenheimer busca sembrar con sutileza su ideología anticomunista y reseña su viaje a China y las conversaciones con supuestos líderes del Partido Comunista, del Estado chino y de las empresas estatales. No se requiere conversar con los líderes chinos para darnos cuenta que la fortaleza de la economía de ese país, de sus políticas, no se fundamentan en las inversiones que llegan de afuera y del propio Estado, sino de un Estado y una nación unificadas por una fuerza política, el Partido Comunista Chino, gestor y continuador de un proceso de liberación nacional y de fundación de un país soberano, dueño de su propio destino y capaz de tratar con el mundo capitalista para poner en práctica su sistema de planificación de largo plazo. Desde esa base estatal se promueven las políticas económicas, sociales y educativas que promueven el avance de la sociedad china. Oppenheimer pretende meter el cuento neoliberal de que el actual desarrollo de china se debe, exclusiva y principalmente, a las inversiones, a la enseñanza del inglés, a la participación subsidiaria de la educación privada en un sector de la población más acomodada. Pues esas mismas políticas educativas en el Perú, en México, en Argentina, en Brasil, etc., no han logrado más que dar continuidad a la crisis educativa actual.

Como todo fanático del neoliberalismo, Oppenheimer se refiere en todo momento a los grandes logros de las grandes empresas, que crecen aceleradamente y dan ocupación a más personas en el país donde operan. En ningún momento de su largo discurso se preocupa de la situación de esos trabajadores, de sus condiciones de vida. La prosperidad, para Oppenheimer, es que las empresas privadas prosperen y, automáticamente, crearán también prosperidad en la población: el mismo “chorreo” y “goteo” que desde el fujimorismo venimos escuchando en el Perú. Como todo neoliberal consecuente, al referirse a la educación en América Latina en los últimos años, omite las responsabilidades de las reformas realizadas bajo la orientación del Consenso de Washington y del Banco Mundial, para concentrar su ataque al desempeño de los maestros latinoamericanos. Por supuesto que Oppenheimer no se remite, en ningún momento, a la educación cubana, cuyos logros no tienen nada que ver con el recetario del libre mercado que pregona el periodista del “El Miami Herald”.

Si cada maestro peruano leyera el libro de Oppenheimer, con toda seguridad que aprendería un cuento neoliberal totalmente inverosímil para el desarrollo de nuestros pueblos latinoamericanos.
fuente: http://blogs.nortecastilla.es/blogfiles/talleresdeinvestigacion/LOSCUENTOSNEOLIBERALESDEOPPENHEIMER2.doc.
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