Calcomanías taparán excesos XXX de la prensa de "a china"
Pegatinas se adhieren fuerte al papel, si intentas despegarlo romperás el diario...
Este es otro post semifalso. La Defensoría parece proteger primero la "libertad" de empresa. Dizque no puede intervenir, exhortar, condenar cuando el agresor del pueblo es un privado. Menos un sacrosanto "medio de comunicación" privado. Pero si se trata de "regalar" publicidad (dinero de todos los peruanos) el Estado no tiene reparos en intervenir:
No solo vive de sexo. Vía la ONPE (dinero de todos) apoquinamos al pasquín.
"Chistes"
Hubo un tiempo en que los niños no corrían peligro frente a un kiosko.
Otra de periodismo:
ResponderBorrarEscotes periodísticos en la TV
Los noticieros televisivos que cuentan con una locutora-periodista para la lectura de las noticias tienen la ventaja de poder agregarle un toque de sensualidad a sus emisiones.
En este sentido podemos hablar con propiedad de "bustos parlantes" y no precisamente por hacer uso de los teleprompters.
Veamos. Verónica Linares, en Primera Edición, cada vez más, se destaca por mostrar un escote bastante generoso. Juliana Óxenford, cuando era su competencia en ATV, no se quedaba atrás en este aspecto. Si pasamos por TV Perú, Carla Palacios aporta con sus granitos de arena al mejoramiento de las noticias. Volviendo a ATV, tenemos a Mónica Cabrejos, ahora en su papel de periodista, que se lleva los laureles deportivos en esta generosa competencia por hacernos las mañanas más entretenidas a la vista. Por las noches, Rosa María Palacios no se queda atrás, aunque si bien su escote no es de los "abre ojos", como alguna vez sí lo exhibiera Sol Carreño, no tiene reparos en mostrar unos cuántos centímetros de su línea intersinusoidal.
Pero, la que batió record de records la semana pasada, fue --la para algunos, "periodista" -- Magaly Medina quien, al constatar la dura realidad de que el mostrar sus deterioradas neuronas ya no es suficiente para subir su rating, optó por lucir más carne de la acostumbrada al portar un generoso minivestido negro con un escote despampanante que poco hacía por retener las protuberancias de su tetamenta (término que lo aprendimos de tanto ver a Marco Aurelio Denegri); o sea, misma periodista tirando para bataclana; sólo le faltaban las plumas.
Incluiríamos también en esta relación a Jeanet Barboza, pero como ella hace una revista musical, como que su atuendo, según los cánones morales que en la actualidad nos gobiernan, va de acuerdo con su trabajo. Así que Jeanet pasa piola (ah, y no hace periodismo).
Ahora, no es que nos opongamos a que las periodistas de televisión, instigadas por sus productores, cedan a sus requerimientos por mostrar más carne de la acostumbrada para así ganar en la competencia por el ojo del televidente. Sólo lo anotamos.
A propósito, alguna vez saltó a la fama un noticiero ruso en el que sus conductoras se iban desnudando a medida que leían la noticia. Quizá esa idea puedan intentarla en nuestro medio. La única atingencia que haría sería que los pasen a las 10 u 11 de la noche; no a la media noche, pues a esa hora veo porno en el canal 50.